Aflatoxina un Enemigo Silencioso (PDF)

Seminar paper del año 2022 en eltema Biología - Botánica, Nota: 5/5, , Materia: 5to Años, Idioma: Español, Resumen: En el desarrollo de esta revisión se analizaron de forma general los aspectos más relevantes de las aflatoxinas como son su incidencia en alimentos, los principales impactos en la salud humana y el índice permitido en los alimentos para consumo humano. Se ha reportado la presencia mundial de aflatoxinas, sobre todo en semillas de plantas cuyas zonas geográficas de vegetación se sitúan en clima tropical; esto explica la frecuente contaminación del maíz, semillas oleaginosas como el girasol y la soja, en aceites vegetales sin refinar, en otros frutos secos como almendras, avellanas y nueces, pimentón, chile, pimienta y otros. Las aflatoxinas pueden tener un efecto muy negativo en la salud de los organismos vivos, a largo plazo se presentan efectos carcinogénicos, mutagénicos, teratogénicos, estrogénicos, inmunotóxicos, nefrotóxicos y neurotóxicos. Suelen entrar en el cuerpo a través de la ingestión de alimentos contaminados, pero la inhalación de esporas toxigénicas y el contacto cutáneo directo son rutas también importantes. También se ha encontrado diferencia de los impactos en la salud por aflatoxinas entre diferentes razas humanas ocasionados por exposición crónica a estas toxinas, por lo que el índice permitido en alimentos para consumo humano varía de acuerdo con los países y su forma de legislar. La Unión Europea ha legislado estas micotoxinas en géneros alimenticios para consumo humano y actualmente los niveles máximos admisibles están establecidos entre 2 a 8 µg kg-1 para AFB1 y de 4 a 15 µg kg-1 para la sumatoria de las cuatro aflatoxinas (B1, B2, G1, G2), dependiendo de los diferentes alimentos para consumo humano directo o como materias primas alimenticias; para las aflatoxinas totales los límites varían entre 0-35 µg kg-1 , el límite que aparece con mayor frecuencia es de 4 µg kg-1 en países europeos y asiáticos, seguido de 20 µg kg-1 , aplicado por países en América Latina y en varios países del África. También Estados Unidos, uno de los primeros en fijar un límite para las aflatoxinas, se rige por el valor de 20 µg kg-1.